Mis entrañas luchan ferozmente por mantener todo adentro, pero las náuseas amenazan con hacer que mi estómago devuelva su ácido contenido, siento punzadas por todo el cuerpo y cada vez tolero menos las palpitaciones en las sienes, mis ojos se saldrán de sus cuencas en cualquier momento.
Tengo que hacer algo pronto antes de que el dolor me vuelva loca... ¿Qué debo hacer? La ventana parece una buena opción, estoy en el piso once... Sí, voy a saltar...
Mientras me aproximo velozmente a la acera, un único pensamiento se cruza por mi ya nublada mente:
"Al fin se irá esta maldita migraña".
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