De pronto lo vi... estaba ahí parado, la luz del sol se reflejaba en su cabello rubio, su piel pálida brillaba de una manera que jamás había visto... Sus ojos verdes me sonrieron sin vacilar, y sus brazos largos y pálidos me rodearon, lo abracé con una sensación que jamás se me había cruzado en el alma... hundí mi nariz en su cuello, aspiré su aroma y quise besarlo, pero éramos amigos, solamente amigos...
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