sábado, 1 de febrero de 2025

Siento el corazón roto y como si el cielo supiera, empezó a llorar con esa lluvia que quiere limpiar heridas, que ahoga penas y dolores... Pero no mis penas ni mis dolores porque entre más oscuro se pone el cielo, más negra se me pone el alma, más me ahogo en mares arrebatados, más me cala el frío en los huesos, más me duele el pecho y más llueven mis ojos, porque después de la tormenta ya no viene la calma, cuando se despejan las nubes me encuentro con la creciente y burlona sonrisa de la luna. 
 
La terapia ya no ayuda y no hay salidas, más que caminar en medio del caos haciendo mi mejor esfuerzo por no caerme y soportar la tempestad.