Guardé tus recuerdos en un cajón, las fotos, los boletos vencidos del cine y tu encendedor favorito, ese que pensaste que habías perdido y que yo guardé en secreto para encender el cigarro ocasional que me calma los nervios,  y me hace sentir que en el humo vienen tus besos.

Después de 10 años, nuestras vidas se siguen entrelazando de una u otra forma... Y yo que me había decidido a olvidarte.

En la vida hay torturas lentas que no duelen pero pesan...

Como verte de lunes a viernes sin descanso y no saberte ni siquiera vivo el fin de semana.

O como conformarme con dedicarte miradas secretas de las que ni tú te das cuenta.

Es tortura mirar tus ojos y querer quedarme perdida en ellos. Casi me duele verte y no poder tocarte ni contarte de las ganas que tengo enredar tu cabello en mis dedos.

Me gusta tu sonrisa y tu voz, me gusta verte concentrado y absorto en tus pensamientos, pero lo que más me gusta es escucharte decir mi nombre, porque mi nombre en tus labios suena a melodía y a lo más dulce del mundo, suave como caricias de amantes...

Y pensar que en la vida te volveré a escuchar. 

No fuimos nada

 

Fuimos eso que nunca se cuenta, eso que nunca se admite pero que jamás se olvida, fuimos tal vez hasta demasiado.

Fuimos algo más que un simple antojo, pero el amor es raro, un poco incierto y orgulloso. Fuimos eso que ni nombre tiene, solamente dos amigos que jugaron a quererse, a medias y casi siempre ni a medias, porque nos quisimos un ratito y entre sábanas.

La verdad es que nunca fuimos nada, pero fuimos lo que no nos atrevemos a decirle a nadie, el secreto oscuro y el recuerdo que provoca tu sonrisa pícara y furtiva. 

No somos y tampoco seremos, tampoco me atrevo a decir que fuimos, porque lo que fuimos se esfumó como el humo del tabaco en un abrir y cerrar de ojos, pasaron los años, cambiaste y cambié, jamás volveremos a ser porque esos que fuimos hace 10 años ya no existen.

Te quise pero no te quiero, me quisiste pero no me quieres y ahora somos nada, aunque a veces durante una brevísima eternidad lo somos todo.

Chocolate y Nata

En el fondo somos tan distintos que somos lo mismo... Tú y Yo.

Menta

El mundo en nuestra contra y nosotros comiéndonos.

Si no despierto, que sepas que te quise, hasta las trancas...

Aún me lates en la sien

Picazón

Hoy es uno de esos días en los que me pican los dedos y tengo ganas de escribir, escribir y escribir, solo para decir que a pesar de todo estoy feliz, que siento la emoción del ajetreo y de las nuevas puertas que se abren ante mí, y solo tengo que girar el picaporte para ver lo que hay dentro...  

Hay tantas cosas buenas en la vida, como los buenos amigos y los atardeceres, el cielo azul y los nuevos amores, las estrellas y el sexo, la comida y las conexiones que parecen casualidad pero que son destino...

Tienes el mundo frente a ti.

Feb 5

Hoy pensé en lo cerca que estoy de cumplir 24, y en lo diferente que pensaba que sería mi vida hace unos años... Pensaba que para este punto, estaría trabajando, a la mitad de una maestría, haciendo planes para independizarme al fin, y hoy, las cosas no podrían ser más distintas.

Eso me hace sentir decepcionada de mí misma, porque en retrospectiva... Perdí muchísimo tiempo pensando que todo se resolvería solo y que cada paso en mi vida iba a ser simple y sencillo. No puedo decir que el golpe de realidad no me ha servido, y claro que si pudiera volver atrás sabiendo lo que sé hoy, haría cosas diferentes, la cosa es que la vida no es como presionar botones de retroceso o pausa, pero el hecho de que no pueda cambiar el pasado, no significa que ahora no pueda hacer cosas distintas.

Pienso que las malas decisiones también pueden traernos claridad, y que la vida siempre tiene alguna lección que darnos... 

Lo nuestro va más allá del amor o del sexo, somos más que eso... Somos más que el universo, y que el caprichoso destino, no te amo ni me amas y no podría importarme menos; contigo descubrí que puedo ir contra el destino si quiero, y si mi destino no es estar contigo, estoy dispuesta a contradecirlo porque el deseo es más fuerte que el cosmos.

Pequeña mentirosa

Me sabe a mentira cuando le digo al mundo que no somos más que una coincidencia, un camino que se cruza de vez en cuando, cuando la soledad nos abruma, cuando queremos que el cuerpo sienta lo que el corazón no aguanta, miento cuando digo que no te quiero y que no me alborotas las mariposas de la panza.

Es mentira cuando me digo a mí misma que no importas, que fuiste pero que ya no eres, que nunca me hiciste falta y que solo te quiero mordiéndome el cuello y sosteniendo mi cadera para no caernos.

Te miento cuando te digo que no somos ni seremos, y sé que me mientes cuando dices que tú tampoco sientes nada.

Es increíble que después de tantos años, tu cumpleaños es el único que nunca olvido.