Tengo insomnio, sabes, cada noche me cuesta dormir, y no sé qué decirte que no te haya dicho antes.
Hace tanto que no escribo, y es que me di cuenta que la melancolía y la tristeza constante me inspiraban, así como me inspiraban ciertos amores fugaces, imposibles y lejanos... Me han dicho que escribo bien, tal vez sí, tal.vez no, pero es mejor solo decir lo que uno siente ¿no?
Pero es que cada texto tiene un sentido, es verdad que no me inspiras de la manera en que estaba acostumbrada, ya no lloro una vez al mes por culpa de mi voluble corazón, ya no siento esa impetuosa necesidad de derramar palabras inconexas entre lágrimas... Ya no me siento sola.
Tu compañía me hace grande, sé que suena un poco religioso... Intenso más bien, pero cada que pienso en ti, me estalla el corazón, los pensamientos vuelan, desde los más bonitos hasta los fragmentos más carnales y fantásticos que nos debemos.
No sé si me explico, pero a veces creo que represento una contradicción, como cuando sientes escalofríos y el cuerpo arde pero sientes que el frío te cala hasta los huesos y no tienes forma de evitarlo, así me definiría yo, como una fiebre sin motivos, inesperada como la lluvia en un caluroso día de marzo.
Estoy un poco loca, un poco fuera de contexto, un poco distraída y medio pérdida en el tráfico de emociones que es la vida, ni como negarlo, pero si no fuera como soy, jamás te habrías enamorado de mí, en realidad estoy consiente de lo paradójica y discordante que resulta la simple acción de dejar escapar algunas palabras de mis labios, y no, no te pido que me entiendas, sólo que no seas tan duro con esta chica a veces tan feliz, tan triste, tan loca, tan enamorada y en pocas ocasiones tan rota y tonta. Dicen por ahí que a veces somos tan necios que intentamos pedirle peras a un olmo, y yo sé que soy necia y terca... Y sé que a veces no soy lo que esperas, pero "no le puedes pedir peras al olmo"... No me pidas que te quiera más o menos.